• Dicen que los sueños expresan en imágenes nuestros anhelos, nuestros deseos... nuestras inquietudes. Siempre has creído que lo que sueñas no es real, ¿estás segur@?
  • Cuando todos duermen, yo sigo despierta... Me gusta la noche… Disfruto con ella. Chicos malos… tened cuidado. ¡Esta zorra anda suelta por la ciudad!
  • El Caribe, cuna de piratas, es un hervidero de actividad. El Lord Arioc, capitaneado por Dagon, surca las aguas de este mar conquistado, indiferente a esas luchas de poder.
  • Valor, coraje y arrojo... Cualidades que definen a Valnelia, una hembra criada en la glymera y nacida para ser una guerrera.
  • Cuando la división entre el mundo humano y el Sheol se reduce a una fina linea entre lo real y lo irreal, un grupo de guerreros se preocupan por mantener el orden.
  • Colección de relatos cortos de diferentes temáticas.

lunes, junio 27

Navegando hacia ti ~ Prólogo


Prólogo
En algún lugar del océano Atlántico
L
a monotonía hacía días que se había adueñado del viaje, eternamente acompañada por el interminable crujir de las arboladuras y el seco chirriar de las cuerdas. Los hombres corrían de un extremo al otro entre voces y maldiciones, ocupados en los quehaceres propios de sus rangos.
Había sido un día soleado y maravilloso, el sol había brillado alto, calentando el corazón de todas las almas que se habían aventurado a pasar unas horas en cubierta. Pronto llegarían a puerto, unos días más a lo sumo. Después de tantos días rodeados de esa infinita extensión que era el mar, deseaban poner los pies en tierra. La larga travesía había sido tranquila, apacible, sin muchas complicaciones. Una balsa calma impulsada por la suave brisa que los llevaba a destino.
Pero esa relativa paz había sido truncada durante los últimos minutos.

Navegando hacia ti ~ Capítulo 1


Capítulo 1
E
l viento corría libre por las calles, silbando y helando el cuerpo de los que se aventuraban a salir esa fría noche. Apenas iluminada por las antorchas que habían sobrevivido a esa tarde lluviosa, la luna proyectaba siniestras formas que sólo animaba a ladrones y maleantes.
Una sombra, inquieta y audaz, caminaba con decisión a paso firme amparándose en esa leve oscuridad. Una racha de aire estuvo a punto de hacer volar su sombrero de ala ancha y lo encasquetó con brío, después se ciñó al cuello las solapas de su gastada casaca oscura de color indefinido por el uso. Saltó para esquivar uno de los múltiples charcos que había dejado la tormenta y siguió caminando, mirando a ambos lados para cerciorarse de que nadie le seguía. Sabía de sobra que las calles no eran seguras, y menos cuando había tantos barcos varados en puerto.
La taberna estaría a rebosar, lo que evidentemente servía a sus propósitos. Quería llegar antes de que los presentes estuvieran tan borrachos que las rameras ya les hubieran robado la bolsa, o que las peleas asolaran el local convirtiéndolo en un caos.