• Dicen que los sueños expresan en imágenes nuestros anhelos, nuestros deseos... nuestras inquietudes. Siempre has creído que lo que sueñas no es real, ¿estás segur@?
  • Cuando todos duermen, yo sigo despierta... Me gusta la noche… Disfruto con ella. Chicos malos… tened cuidado. ¡Esta zorra anda suelta por la ciudad!
  • El Caribe, cuna de piratas, es un hervidero de actividad. El Lord Arioc, capitaneado por Dagon, surca las aguas de este mar conquistado, indiferente a esas luchas de poder.
  • Valor, coraje y arrojo... Cualidades que definen a Valnelia, una hembra criada en la glymera y nacida para ser una guerrera.
  • Cuando la división entre el mundo humano y el Sheol se reduce a una fina linea entre lo real y lo irreal, un grupo de guerreros se preocupan por mantener el orden.
  • Colección de relatos cortos de diferentes temáticas.

jueves, abril 26

Archivos secretos de la Mansión · El Celo II

      Weno, espero que ésta haya sido la ultima vez que desaparezco y que sea la vuelta definitiva.
     Después de llevar meses sin dormir bien, y en los últimos dos, apenas un par de horas por noche, el cansancio me ha podido y he caído en posición horizontal las ultimas semanas, pero por finnnnnnnnn… llevo unos días durmiendo bien, y de hecho hoy hasta he tenido ganas de ponerme al día con el blog, contestar comentarios y hasta de abrir esta entrada, jiji.
     Sólo puedo pediros disculpas por mi prolongada ausencia, pero espero haber vuelto para quedarme, y con muchas ganas de escribir, jejeje
     Os dejo esta entrada que os debía, y doble por la espera.
     Como siempre, gracias por estar ahí, por leerme y sobre todo por comentar.
 

 

Val aferró la bolsa de deportes y corrió con urgencia hacia los tatamis. Esa última sensación que la había sacudido no era normal. Necesitaba olvidarse durante un rato de lo que había pasado. Entró apresurada en la sala suponiéndola vacía, pero los DT's se encontraban allí, ejercitándose entre ellos como aplicados alumnos a falta de su profesor.
Con las empuñaduras de sus armas aferradas, dejó caer la bolsa de deporte sin ninguna delicadeza provocando un ligero sonido que los hizo girarse hacia ella, avisados de su presencia.
El pelo suelto todavía húmedo le enmarcaba el rostro perfilando sus —en esos momentos— poco delicados rasgos femeninos. Los puños asían con tanta fuerza las empuñaduras de sus dagas que hasta los nudillos estaban blancos por la presión ejercida. Su pecho subía y bajaba con rapidez acelerado por la respiración agitada. Una perezosa gota de sudor descendió lentamente hasta perderse por el canalillo que formaban sus senos, ocultos casi bajo el minúsculo top elástico que llevaba puesto. Detalle que no perdió ninguno de los machos habidos en los tatamis.
—Tú, tú… y tú —les indicó, señalando a cada uno de los aludidos con una de sus dagas mientras avanzaba como un tranvía hacia ellos.
—¿Qué coño le pasa a la Rotenmeyer? —preguntó Derrik mientras Jhan, Zane y Joel se miraban entre ellos y se acercaban despacio a la hembra.
—No tengo ni idea —contestó Wher desde atrás.
—¿Podéis sentirlo? —inquirió Mark, olisqueando el ambiente.
—¿Sentir el qué? —Jason imitó el gesto de su compañero, olfateando también el aire.
—Estamos jodidos —apuntó Clyne.
—Muy jodidos —afirmó Mark, con la tensión reflejada en su rostro.
—Por muy jodidos que estemos, no me pienso perder esto —dijo Erik, señalando con la cabeza el pequeño grupo formado por la hembra y los tres machos.
 
Val se situó en el centro de la sala, con las piernas separadas, afianzando sus botas al suelo. Las dagas, adelantadas al cuerpo, giraban en sus manos. Ante ella, los tres vampiros la observaban entre confundidos e inquietos. Ninguno se atrevía a dar el primer paso hacia la hembra.
 
—¡Joder! ¿Estáis esperando una puñetera invitación? —bramó la mestiza, cabreada por la necesidad insatisfecha de golpear. Sin esperar respuesta de ellos, se lanzó a dar el primer golpe.
 
Zane sorteó el filo de la daga por unos escasos centímetros deteniéndolo con su propia arma, pero la hembra ya estaba girando la otra en su mano y dirigiéndola a Joel.
 
—¿Estás loca? —gritó el macho, saltando hacia atrás para esquivar un corte directo a su torso.
—Qué coño sois… ¿guerreros o unas putas nenazas? —Se giró con rapidez para encarar a Jhan.
 
El vampiro dirigió un puñetazo que la Ejecutora bloqueó con el antebrazo, y después cortó el avance de otro retrocediendo hacia atrás. Se agachó para escapar de una patada giratoria y viró sobre sí misma para levantarse y patear hacia atrás sin que el macho la esperara. Rodó hacia delante y se alzó con rapidez.
Zane se acercaba por la izquierda. Cruzó sus dagas ante ella bloqueando el arma del guerrero y pateó su estomago. Se giró con rapidez para encarar a Joel, pero una intensa oleada la atravesó, haciéndola hincar una rodilla sobre el suelo. El aire escapó de sus pulmones cuando el dolor la recorrió desde el interior.
Ante ella, los tres vampiros apretaban los puños, tensos tras recibir esa primera oleada que desprendió la mestiza. No consciente de los estragos que causaba a su alrededor, Val se levantó lentamente, aferrando con fuerza sus dos dagas. Alzó la cabeza y clavó la mirada en ellos.
 
—¿Qué coño estáis mirando? —gruñó, con los dientes apretados. Sentía como el calor bullía por su cuerpo, incrementando aun más su temperatura, concentrándose en la picazón de sus manos.
 
Dio un salto largo para quedar ante los tres vampiros que habían retrocedido poco a poco, alejándose de ella sin dejar de mirarla. Lanzó otro ataque sin un destinatario concreto. Necesitaba descargar toda esa energía que ardía en ella. Los vampiros esquivaban sus golpes sin intención de devolverlos. Comenzaron a danzar por la sala a gran velocidad, desplazándose con movimientos rápidos; los machos intentando poner distancia mientras ella la acortaba.
Cuando Val saltó para quedar ante Zane, una nueva oleada de energía la hizo hincar de nuevo una rodilla, clavando con fuerza una de sus daga en el suelo de madera.  Esperó a que pasara aferrada a la empuñadura. Sus hombros se sacudían levemente entre cortos jadeos. Se puso en pie lentamente cuando la sensación se hizo más débil, arrancando el arma del tatami. Sentía una pesadez en la cabeza que no la dejaba pensar con claridad, y una presión en su entrepierna que no podía explicar. ¿Qué coño le pasaba? Esto era completamente distinto a lo de hacía unas semanas.
 
—Sigamos, joder —gruñó—. Si no sois capaces de continuar, que otros ocupen vuestro lugar…
 
 
 
 
Ajena a lo que sucedía tras ella, no se dio cuenta que varias de sus hermanas entraban apresuradas a la sala —alertadas por una Nita que se dirigía a entrenar—, deteniéndose demasiado rápido y haciendo que las que llegaban corriendo por detrás chocaran con las primeras. Algunas miraban desconcertadas la actitud irracional de su jefa desde que presenciaban la escena.
 
—¿Qué le pasa a la jefecita? —preguntó Savy a nadie en particular, con la preocupación reflejada en su tono de voz.
—No tengo ni idea, pero está muy… rara —comentó June, observando sus movimientos.
 
Mientras más Ejecutoras entraban atropellándose en la entrada, Val atacó otra vez, pero una nueva ola la hizo caer de rodillas, atravesándola como si la estuvieran desgarrando por dentro.
 
—¡Joder! —exclamó, con la cabeza ladeada, ocultando el rostro bajo el manto de su pelo suelto y apretando la mandíbula para no gritar de dolor.
 
Su respiración acelerada competía con su cada vez más alta temperatura. El sudor descendía desde su cuello, empapando la pequeña prenda que cubría su torso, deslizándose entre el montículo de sus pechos y bajando por su espalda. ¡Dios, sentía que iba a echarse a arder en cualquier momento! Estaba por correr hasta la piscina y tirarse de cabeza, pero aún era de día y no creía que el sol le sentara muy bien, y la piscina interior, climatizada, tampoco la iba a ayudar a bajar la temperatura.
Miró a los tres vampiros situados ante ella a cierta distancia, y después observó a los que estaban detrás. Parecían… ¿tensos? La postura rígida de sus hombros, los puños apretados, las mandíbulas… El sudor perlaba la frente de algunos. Se puso en pie de nuevo. ¿Y a esos qué coño les pasaba?
El silencio se hizo dueño de la estancia. Sus hermanas la estudiaban con una expresión perpleja sin que la mestiza fuera consciente. Los machos permanecían inmóviles, con la mirada clavada sólo en ella. El tiempo parecía haberse detenido en ese momento.
Hasta que Sheiztler irrumpió en la sala como un tren de mercancías.
Con la primera oleada, el macho había sentido una vibración en la parte baja de su espalda. La segunda descarga lo despertó por completo con una certera sensación de que algo iba mal, pero le era imposible percibir qué. Su cuerpo se estremeció incontrolable. La tercera lo tiró de la cama. Fue directa a su entrepierna, tensándola y endureciéndola al instante.
Arrodillado en el suelo, miró su abdomen casi cicatrizado, tan sólo quedaba un fina línea rosada como muestra de lo sucedido la noche anterior. Nervioso, se puso en pie y corrió al vestidor, cubriéndose con el primer pantalón de chándal que encontró y saliendo de la habitación. Corrió por las escaleras como alma que lleva el diablo, localizó a su amante y compañera en los tatamis y se abrió paso entre las hembras agolpadas en la entrada con la mirada puesta únicamente en la suya.
Val echó un vistazo por encima de su hombro mientras se giraba lentamente, enfocando su visión en aquello que los vampiros observaban atentamente. Se miraron durante unos segundos hasta que Sheiztler avanzó hacia ella, la asió por la cintura arrastrándola con su propio cuerpo y la bloqueó contra la pared, una mano a cada lado de la cabeza de su shellan.
 
—¿Qué estás haciendo levantado? —preguntó Val, entre jadeos entrecortados.
 
El vampiro no contestó y descendió lentamente la cabeza hasta que enterró el rostro en el hueco del exquisito cuello femenino, deleitándose con el intenso y delicioso aroma que desprendía. Lamió su piel salada mientras la mordisqueaba con suavidad, trazando una línea ascendente hasta su mandíbula. Apresó sus labios a la vez que aferraba sus caderas, pegándola a él hasta que parecieron uno sólo, sintiendo el calor que ella desprendía deslizarse por su piel.
 
—¡Dios, Shey! —gimió la mestiza cuando su entrepierna rozó el palpitante miembro de su hellren.
 
El vampiro gruñó y la alzó del suelo sujetándola por las nalgas, ayudándose de la pared para mantenerla fijada. Val rodeó con las piernas las caderas de su macho, asiéndose a su espalda mientras intentaba borrar cualquier espacio que hubiera quedado entre ellos. La hembra deslizó sus manos por la espalda desnuda del vampiro, casi arañando la piel allí por donde pasaba. Llegó hasta la cinturilla de su chándal y la asió con los pulgares, deslizándolo por las caderas del macho.
 
—Upsss, esto no deberías volver a verlo, Savy. —Beth tapó con sus manos los ojos de la joven carpato, que se había quedado muda de la impresión ante el desconcertante espectáculo que estaban ofreciendo su jefa y su macho en público.
—¡Joder!, ni yo… —exclamo Vik a su lado, pero sin apartar la vista ni un solo momento.
 
Otra oleada recorrió la sala, afectando a todos los machos que allí se encontraban, dejándolos paralizados en el sitio. Las caderas de Sheiztler se sacudieron involuntariamente contra la hembra. Por toda la sala se escuchó un generalizado gemido masculino. De la garganta de la mestiza brotó un sollozo atragantado. Un dolor desconocido que nacía en su interior la estaba desgarrando.
 
—Esto se está convirtiendo en un asunto privado —susurró el vampiro junto al oído su hembra, tomando consciencia finalmente de donde estaban. Después se desmaterializó con ella entre sus brazos y bloqueó la puerta mentalmente.
 
 
 dividercroniscas
 
     Weno, espero que os haya gustado, en breve seguiré la siguiente entrega.
     Besotesssssssss

3 Apasionad@s:

Paty C. Marin dijo...

¡Bienvenida de nuevo! ^_^ Un placer tenerte de vuelta :D

hada fitipaldi dijo...

Bienvenida otras vez, guapa.Encantada de leerte de nuevo. Besossss:X

Anónimo dijo...

Bienvenida de nuevo.
Espero que estés mucho mejor y que las cosas te vayan bien.
Gracias por esta nueva entrega, me ha encantado ^^

:)) ;)) ;;) :D ;) :p :(( :) :( :X =(( :-o :-/ :-* :| 8-} :)] ~x( :-t b-( :-L x( =))