Por fin acabe con el Wix, biennnnnnn..., de Cuando cae la noche, os dejo la dirección para l@s que no lo conocéis... jijii
Por otro lado, ya subí el Prólogo de esta nueva historia, podéis encontrarlo a la derecha, en Descargas de Cuando cae la noche, o podéis descargarlo desde aquí...
Os dejo un adelanto, que lo disfrutéis... Se aceptan comentarios, jejeje.
3 meses antes
¿Qué ha sucedido?
La pregunta resonaba con fuerza en su mente, pero era incapaz de abrir los ojos. Estaba lloviendo, eso lo sabía, podía sentir el agua golpear su rostro con suavidad. Tenía frío, la ropa que llevaba puesta estaba empapada, pegada a su cuerpo como una segunda piel.
¿Por qué le costaba tanto abrir los ojos?
Sentía su espalda apoyada contra algo o alguien. ¿Quién?
Su cuerpo se negó a cooperar cuando intentó levantarse. A su alrededor sólo había silencio, hasta el chapoteo de la lluvia sonaba bajo, apagado en sus oídos.
Sentía su espalda apoyada contra algo o alguien. ¿Quién?
Su cuerpo se negó a cooperar cuando intentó levantarse. A su alrededor sólo había silencio, hasta el chapoteo de la lluvia sonaba bajo, apagado en sus oídos.
—Chisssss… no te muevas. Te sentirás mejor en unos minutos…
Esa voz, profunda y cadente, se coló en su mente, barriendo con ella parte de la bruma espesa que le impedía recordar. ¿Recordar qué? Tenía la ligera sensación de que algo se le escapaba, algo importante. Los últimos minutos pasados…
Abrió los ojos lentamente, los parpados le pesaban casi una tonelada, y escudriñó la oscuridad que se extendía ante ella. Unos dedos fríos rozaron su mejilla con suavidad, apartándole el cabello del rostro. Miró hacia arriba.
Le dio un manotazo a la mano y se apartó de él, del hombre que la había sostenido contra su cuerpo, acurrucándola contra su pecho —duro como una roca y grande como un armario empotrado—, dándole calor.
Abrió los ojos lentamente, los parpados le pesaban casi una tonelada, y escudriñó la oscuridad que se extendía ante ella. Unos dedos fríos rozaron su mejilla con suavidad, apartándole el cabello del rostro. Miró hacia arriba.
Le dio un manotazo a la mano y se apartó de él, del hombre que la había sostenido contra su cuerpo, acurrucándola contra su pecho —duro como una roca y grande como un armario empotrado—, dándole calor.
—¿Qué demonios estás haciendo?
Las palabras salieron solas de sus labios, como un grito ahogado, atragantándose con ellas. El característico sabor metálico y salado de la sangre inundaba su boca. Se pasó el dorso de la mano por ella, extrañada, arrastrando de sus labios los rastros rojizos que todavía quedaban.
—¿Qué coño me has hecho? —le gritó, ahora con más fluidez, y asqueada, limpiándose la mano contra el pantalón vaquero que llevaba.
Instintivamente se la llevó al costado, allí donde sentía que la bala se lo había traspasado. No había nada. Extraño. Pero el jersey beige manchado de sangre que llevaba debajo de la cazadora de cuero confirmaba que no había sido un sueño. Todo había sucedido hacía… ¿cuánto, unos minutos? No tenía ni idea de la hora que era. ¿Medianoche?
¿Cuánto tiempo había pasado desde que todo se fue a la mierda?
¿Cuánto tiempo había pasado desde que todo se fue a la mierda?
—¿¡Qué coño me has hecho, joder!? —le gritó con más fuerza y empujándolo a la vez, alejándolo todo lo posible de ella. Inspiró y exhaló profundamente, intentando calmarse. ¿Ella, alterada?
Miró alrededor mientras se ponía en pie, con una sensación de alerta que no conseguía quitarse de encima.
—Se fueron —la informó él, observando su examen visual.
—¿Tus amigos? —preguntó con un deje de ironía en la voz, recordando vagamente. Las imágenes se colaban lentamente en su cabeza, como un puzzle mal formado.
—No son mis amigos… —aclaró.
—Sí, claro, ¿tú que vas a decir? —continuó ella, escudriñando las sombras.
—¿Tus amigos? —preguntó con un deje de ironía en la voz, recordando vagamente. Las imágenes se colaban lentamente en su cabeza, como un puzzle mal formado.
—No son mis amigos… —aclaró.
—Sí, claro, ¿tú que vas a decir? —continuó ella, escudriñando las sombras.
Una extraña sacudida de poder recorría su cuerpo, agudizando cada uno de sus sentidos. ¡Joder!, podría jurar que había escuchado y visto correr a una rata al fondo del oscuro callejón, a unos diez metros de distancia.
¿Qué cojones le pasaba?
¿Qué cojones le pasaba?
Si queréis seguir leyendo, ya sabéis, pasad por Descargas.
Besotesssssss.
6 Apasionad@s:
Genial guapa!!! Ya te lo he dicho que me encanta
Siiiii, me lo dijisteee, pero dan ganas de seguir escribiendo cada vez que lo escucho, jjijiji...
Besotes wapaaa.
me gusto mucho es una historia que te atrapa te mando un beso y te me cuidas mucho.
Muchas gracias wapa, espero poder seguir leyendo la tuya, me atrapó al momento.
Besotesssss.
Hola, Val. Muchísimas gracias por pasarte por mi blog y seguirme. Ya te digo que estoy fascinado con el tuyo. ¡Me encanta el diseño! Y también los wixs!!! No conocía esa web y creo que me armaré el mío también, jeje. Veo que compartimos gustos estéticos y musicales (soy gran fan de Nightwish entre otras). Te sigo sin dudarlo.
Saludos!
Muchisimas gracias a ti, wapa, y si te animas con el Wix, dame un toque y te ayudo en lo que necesites.
Muchos besotes, wapa.