Entrevista en la Mansión

 

Valnelia, Hija de Adrien

 

 

Alias Val

 

Soy todo lo que ves. Tu sueño inalcanzable

 

Raza: Vampira/Sharkay (Mestiza)
Edad: 50
Estatura: 1’83
Color cabello: Castaño oscuro
Color ojos: Azules

Marcas identificativas: El tatuaje de una rosa en el hombro izquierdo, un tribal en el tobillo izquierdo, y los tatuajes que cubren sus manos cuando deja fluir su poder.

Armas: Un par de dagas negras con sendas inscripciones a lo largo de las hojas: A mi amada hija, que el filo de esta hoja siempre cuide de ti.

Cita: Valiente es aquel que no toma nota de su miedo.

 

~Ϋ~

 

¿Cómo te sientes en la Mansión?
     Es mi hogar. ¿Cómo puede sentirse una en su propia casa? Segura, protegida, tranquila, amada…

 

¿Cómo llegaste a ella?
     Allí nací y crecí. Siempre he estado ahí, desde que tengo memoria. Menos el breve intervalo de tiempo que pasé en el internado para chicas.

 

¿Y qué te llevó?
     Mi nacimiento. Digamos que mis padres me llevaron allí el día que me concibieron…

 

¿Qué te aportan tus hermanas?
     Alegría, satisfacción, lealtad, compañía, experiencias positivas…, aunque también algún que otro disgusto, bronca. Algunas han pisado mi despacho más de una vez…

 

¿Qué momento de los vividos con tus compañeras recuerdas con una sonrisa en los labios?
     Hay muchos de ellos; las fiestas, las noches en el Zero, las reuniones en la Mansión… Todas, en algún momento, me hacen recordarlas con una sonrisa.

 

¿Cuál ha sido tu mayor travesura de pequeña, o no tan pequeña?
     De pequeña tengo muchísimas, recuerdo una vez, cuando tenía seis años, que mi padre me regaló una muñeca y yo quería un poni, le arranqué la cabeza y la enterré en el jardín, después me paseé con la muñeca –amarrada por el cuello con una cuerda mientras la arrastraba por el suelo—, durante semanas demostrando mi disconformidad. No, no conseguí el poni.
     De mayor, pues la más grave y que me costó un gran castigo; semanas de duro entrenamiento hasta caer agotada. ¿Y por qué?, pues por meter un macho en mi habitación durante las horas de sueño de mi padre. Sí, me descuidé y nos pilló.

 

¿Qué hay en tu armario?
     Ropa negra en su mayoría; trajes formales, vestidos de fiestas, ropa deportiva, y cuero, mucho cuero.

 

Cuero negro o traje de noche...
     Depende del momento y la ocasión.
     Para patrullar, el cuero. Es difícil luchar con un vestido de noche ajustado y con escote pronunciado, aunque intento que la abertura lateral sea lo más amplia posible (risas).
     Para una fiesta, indudablemente, un vestido; escotado, ajustado y con gusto (sonrisa).

 

Zapato plano o tacón de infarto...
     Tacón de infarto, siempre.
     Bueno, hasta hace un tiempo, sí…, las cosas han cambiado. Ahora prefiero mis Chopped para patrullar, las patadas son más efectivas, aunque el tacón tenía sus utilidades, pero no es del todo práctico a la hora de correr.
     Para salir, tacón, tacón y tacón, cuanto más fino y alto, mejor.

 

¿Qué prefieres ponerte para dormir?
     Nada, y no, no voy a entrar en detalles.
     Un inciso; No entres a mi habitación sin golpear antes a la puerta. ¿Por qué? Pregúntale a Joseph (sonrisa picara).

 

¿Qué es lo que más te gusta hacer después de una noche de patrulla?
     Tomar unas copas con mis hermanas, relajarme durante un rato, bailar, reír…
     Después de eso; mi baño. Mi relajante baño de espuma que tan bien sabe preparar Joseph; los años de experiencia hacen mucho…

 

¿Qué es lo que más adoras?
     Una buena pelea, la adrenalina que recorre mi cuerpo en ese momento, la lucha con un buen contrincante, la acción durante ese instante...

 

¿Y lo que más odias en la vida?
     La hipocresía, la deslealtad, la arrogancia, la envidia, el egoísmo… Algunas de ellas las he sufrido en propia carne.
      Y en general, a todos los que se creen en posesión de arrebatar la vida a los demás aprovechando su debilidad.

 

¿Cuál es tu principal debilidad?
     Mis hermanas. Son mi familia.
     Los doggens de la Mansión, algunos ya servían a mi padre.
     Sheiztler… No… Bueno, sí, también podría serlo.

 

¿Cuáles son tus tesoros?
     Ahora; mi Aston Martin Vanquish y mi Kawasaki Hayabusa Turbo –alias; Raptor.
     Antes; un Triumph Spitfire GT6 Mk del 70 –murió, pobre, qué buenos momentos me dio-, y una Harley Davidson del 77 –restaurada por Lyss y guardada en el hangar. Gracias hermana.

 

¿Coche o moto?
     Ambos, y depende de para qué. Aunque recurro más a mi Raptor.

 

Agua, zumo, tequila, whisky, cerveza,... ¿qué prefieres?
     Cerveza. Fría, muy fría, casi helada. Rica rica… Ummm… La estoy saboreando (risas).

 

Cuando sales con alguien, ¿prefieres el cortejo o ir direct@ al grano?
     Uffff, difícil, porque prefiero las dos opciones dependiendo del momento.
      Si la tensión sexual es muy fuerte, mira… directa al grano, ¿para qué esperar?
     Pero si hay tiempo por delante, el cortejo tampoco está mal. A toda hembra le gusta un macho complaciente de vez en cuando…

 

Una pregunta sin respuesta en tu vida.
     Quiénes fueron los asesinos de mi padre. Es algo que sigue ahí, quizás ahora que ha vuelto Sheiztler, sepa que pasó aquella noche…

 

Defínete en tres palabras.
     Honor, valentía, lealtad.

 

Algo positivo de ti, y algo negativo.
     Algo positivo, ummm… la constancia. Después de tantos años haciendo esto, sigo con las mismas ganas que el primer día.
     Algo negativo… la confianza. Tiendo a prestar ayuda y confiar antes de pensarlo, en ocasiones me la han jugado por eso.

 

¿Cuáles son tus puntos fuertes en la lucha?
     El manejo de las dagas, y armas blancas en general, las armas de fuego y el combate cuerpo a cuerpo.

 

¿Qué técnicas de combate dominas?
     Jiu-Jitsu, Ninjutsu, Aikido... Cualquiera que incluya el cuerpo a cuerpo. Es algo que disfruto. No sé, ¿lo he comentado ya?

 

¿Qué poderes o habilidades especiales posees?
     Mis habilidades… Bueno… Mayor velocidad, más fuerza, los instintos más desarrollados, la capacidad para implantar recuerdos en la memoria de los humanos.
     La desmaterialización –que por fin conseguí dominar sin efectos secundarios, y lo útil que es en algunas ocasiones.
     Mis poderes; puedo hacer desaparecer cosas, aunque nunca lo he probado con cuerpos animados.
     Volver corpóreo un cuerpo que se está volviendo incorpóreo –esta cualidad la descubrí una noche difícil ayudando a una hermana.
     Quemar desde el interior de un cuerpo antes de hacerlo desaparecer –aun no he hecho desaparecer ninguno, consigo controlarlo antes de llegar a ese punto.
     Hacer aparecer fuego en mis manos, también puedo hacer aparecer cosas en ellas...

 

Tienes un por qué para hacer lo que haces, ¿cuál es?
     Tengo varios; las injusticias, los asesinos, las victimas, los asesinatos, los inocentes… Elige el que quieras, todos son importantes y validos para mí.

 

¿Qué da sentido a tu vida?
     Las personas a las que quiero, verlas sanas y felices cada día. Eso da sentido a mi vida. El poder seguir dando seguridad a los que me rodean.

 

Si volvieras a nacer... ¿elegirías la misma vida?
     Sí, sin dudarlo un momento. Me gusta mi vida. Es la que he elegido.

 

¿Qué o quién ha marcado su vida?
     ¿Quién? Mi padre, sus ideas, sus principios, su forma de vivir la vida por y para los demás.
     ¿Qué? Su muerte, me sumió en un estado complicado en el que me daba todo igual, fue una etapa difícil de superar, pero algo ocurrió una noche, de tantas otras noches de las que me autodestruía lentamente, que me hizo despertar y comenzar a ver la vida de otra forma, a apreciarla en todas sus facetas, aunque no volví a ser la misma.

 

¿Armas de fuego o armas blancas?
     Armas blancas, te permiten disfrutar más de la pelea.

 

¿Cuál es tu meta en la vida?
     Salvar vidas, todas las posibles. Cada noche que salgo de patrulla intento evitar la muerte de alguien. ¿Cómo? Eliminando a algún asesino, liberando a cualquier victima que haya tenido la mala fortuna de caer en sus manos. Las dos formas me valen.

 

¿Y tu mayor miedo?
     La muerte de un ser querido. Pasé por eso siendo muy joven, y por desgracia, lo he vivido más veces a lo largo de mi vida; la muerte de otras Ejecutoras. Aunque estaba vez estaba acompañada por más hermanas, el dolor sigue siendo intenso.

 

¿A quién protegerías con tu propia vida?
     A cualquiera de ellas. A Joseph. A Shey, a Colin, la Reserva, los doggens…

 

¿Odias a alguien?
     ¿Odiar? Ummm… No –después de pensarlo unos segundos.
     Mi padre me enseñó que todos tenemos un motivo para hacer las cosas que hacemos, aunque ese motivo pueda ser erróneo. Erróneo para mí, no para ellos. Para ellos puedo ser yo la equivocada.

 

¿Matarías por placer?
     Nunca. Sólo lo hago cuando me veo en la necesidad, cuando estoy en peligro, o alguien más lo está. No soy quien para quitar la vida por placer. Eso sólo lo hacen los asesinos.
     No me considero una asesina. Llámame mercenaria. Las Ejecutoras lo somos, trabajamos por dinero, pero no matamos porque sí, sólo los entregamos a la justicia que corresponda, ellos sabrán que hacer.
      Cuando patrullo, sí, he matado, pero no por placer, en defensa propia, o en defensa de inocentes.

 

¿Qué llegarías a hacer por cumplir con tu venganza?
     Nunca me lo he planteado, pero seguro que haría lo posible para acabar con los asesinos de mi padre, y no darles la satisfacción de acabar conmigo como hicieron con él.
     Antes de darles fin, disfrutaría de la pelea, de cada corte que diera, de cada segundo de vida que arrebatara con ellos.

 

¿Ayudarías a tu enemigo si ambos estáis siendo atacados por el mismo agresor?
     Puede ser. Los enemigos de tus enemigos son tus amigos. O eso dicen. Sí, podría firmar una tregua, pero sólo temporal.

 

¿Qué harías en tu último día de vida?
     ¡Dios! Espero que ese día tarde mucho en llegar. Ya he pasado por eso recientemente, y créeme, no me dio tiempo a pensar en lo que haría.
     Por eso, desde entonces, trato de vivir cada día como el ultimo, disfrutarlo al máximo haciendo las cosas que me gustan –compartir momentos con mis hermanas, comidas, entrenamientos, noches de risas, etc…

 

Si tuvieras que elegir tu muerte... ¿Cómo morirías?
     En una buena pelea, y con un buen adversario. Que al menos valga la pena y disfrute con ella.

 

Y si tuvieras que matar a la persona que más quieres... ¿Cómo lo harías?
     Eso no ocurriría nunca, jamás mataría a alguien a quien quiero. Sería incapaz de hacerlo cuando daría la vida por cualquiera de ellas.

 

¿Cuál es el sueño por el que estarías dispuest@ a abandonarlo todo?
     Mi sueño era ser una guerrera, ahora que lo soy, nada me haría abandonarlo.
     Luché mucho para ello, tuve que enfrentarme incluso a la decisión de mi padre, a Sheiztler, a las miradas reprobatorias de Joseph, pero nada me importaba, quería luchar y lo demostré aguantando sesiones interminables de entrenamientos, golpes, cortes, peleas con machos más fuertes, mas altos y más grandes que yo, tuve que tirar de ingenio para ganarles, y después de todo eso, conseguí lo que quería, mis dagas.
     No, no voy a abandonar nunca, jamás soltaré mis dagas de nuevo.