Esto es un pequeño adelanto de algo en lo que estoy trabajando, espero que os guste y que os pique el gusanillo de seguir leyéndolo cuando lo termine, jijiji.
Es sólo un borrador, y como siempre digo, sujeto a cambios hasta que suba la versión definitiva, jejej
Besotessssssssss, y gracias por leer.
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as pesadas cortinas impiden la entrada de los rayos del sol, permaneciendo corridas a pesar de ser sólo media tarde. La estancia se mantiene sutilmente iluminada por las dos lámparas de pie situadas entre el trío de grandes sillones pegados a las paredes. Un par de mesitas bajas de madera oscura entre ellos, un cuadro indescifrable en tonos rojizos, una mullida alfombra y un reloj negro de manijas y números rojos es todo el mobiliario de esta curiosa sala de espera. Y sigue tal cual la recuerdo de la primera y única vez que estuve aquí; íntima y acogedora.
No puede ser que me haya dejado convencer de nuevo. Irina puede ser muy persuasiva cuando quiere, y yo demasiado débil para decir que no. Pero me he prometido que no voy a caer otra vez, y así se lo he asegurado cuando al final he aceptado acompañarla.
Estoy nerviosa. Mi corazón bombea acelerado, latiendo a un ritmo desenfrenado. Desde que he llegado, me he levantado y sentado en el sillón tantas veces que hasta he perdido la cuenta. Ahora estoy de pie, recorriendo la sala sobre la alfombra de color granate a juego con los sillones, y que acallan el repiqueteo de mis zapatos de tacón. Me froto las manos y suelto un profundo suspiro reprimido. Los recuerdos de aquella única vez se agolpan de nuevo en mi cabeza; un placentero recordatorio que se niega a abandonar mi memoria. Su hermosa mirada gris y su cautivadora sonrisa se han grabado a fuego en mi mente. Y soy incapaz de desterrarlos.
Si cierro los ojos, todavía puedo sentir sus ardientes caricias sobre mi cuerpo, sus manos ávidas recorriendo y erizándome toda la piel. Sus labios suaves trazaron húmedos senderos a lo largo de la línea de mi cuello, hasta detenerse en el pequeño triángulo de mi escote que permitían los primeros botones abiertos de mi camisa.
Sacudo la cabeza en un intento por alejar estos pensamientos que me torturan y deleitan a partes iguales. Miro la puerta cerrada, consciente de que Él está al otro lado, con Irina. Una punzada de celos atraviesa mi consciencia e inmediatamente la rechazo. No tengo ningún derecho. Me doy la vuelta y me dirijo al sillón para dejarme caer pesadamente en él, tanto como la losa que pesa sobre mi alma descarriada, pero en ese momento se abre la puerta y mi amiga sale de la habitación luciendo una amplia sonrisa.
—¿A dónde vas? —le pregunto cuando la veo dirigirse hacia la entrada del pequeño apartamento—. Hey, que llevo media hora esperándote —indico molesta advirtiendo que no detiene su paso y piensa largarse de allí sin darme tiempo a recoger mis cosas.
—No, cielo, yo me voy, tú te quedas —me contesta, dejándome estupefacta, y deteniéndose delatante de la puerta que ya ha abierto.
—No habrás pagado, ¿verdad? Te dije que esta vez no —le recuerdo, cogiendo mi bolso de encima del sillón donde lo he dejado olvidado.
—No te preocupes, no pagué nada, pero él quiere que entres —me suelta, como si eso lo explicara todo.
Me aferra por los hombros y me gira de cara a la puerta de la habitación, después me da un empujoncito —como quien se lo da a una niña pequeña para animarla a hacer algo que no quiere—, y lo acompaña de una cándida sonrisa; la que siempre despliega cuando sabe que algo me va a cabrear e intenta capear el temporal.
—Venga, no seas tonta, Lexia —insiste sin dejar de sonreír, utilizando el diminutivo cariñoso que suele usar para mi nombre como si eso fuera a aplacar a la fiera, o sea, a mí—, aprovecha el momento… —susurra a mi espalda.
Me quedo inmóvil, contemplando el hueco oscuro por el que ha salido hace apenas un minuto, con la duda haciendo mella en mi férrea decisión. Cuando Irina se va, hace el menor ruido al cerrar la puerta, evitando distraerme, aunque tampoco la hubiera escuchado marchar, mi mente ya está muy lejos de aquí. Los vívidos recuerdos vuelven a mí, abriéndose paso a través de los muros cargados de culpabilidad tras los que los he encerrado voluntariamente.
7 Apasionad@s:
Me encanta, qué vas a retocar?
¿Y el resto para cuándo? Lo quiero ya!
Joder, Val, ¿por qué me tortures con estas migajas? Quiero más!!!
Hola Valnelia!! Me estoy pasando por tooodos los Blogs de mis seguidores y sitios en los que participo, para saludar después de las vacaciones: Hola, jeje ^^ y para actualizarme...
El nuevo Baner es muy bueno, erotiquíssimo...
Bss de color Violeta...
Genial guapa!!! pero sigue prontoooooooooooo
A ver como me dejas eso asiii!!! quiero mas!!! ahoraa!!!
Genial Val, me encantan tus relatos
Besooos!
Pacienciiiiaaaa, jajaja, me faltan un par de escenas para acabarlo, jijij, se me coló otro relato por delante, y estoy peleándome con él, jiji
Pero espero poder subirlos pronto, wiiiiii
Besossssssssss, me alegro muchísimo que os haya gustado ^.^
@*Violeta*
Gracias por pasar, Violeta, me encantó tu entrada de la vuelta, jajaj
Besosssssssssss