Capitulo 2
Amarantha
N |
eyman espoleó de nuevo su montura. A unos metros de él, Rush y Durgam —dos de los cuatro hombres de confianza que formaban su guardia personal—, intentaban seguir su ritmo. El resto, los seis soldados que completaban su escolta esa noche, los seguían desde muy cerca tratando de no distanciarse demasiado del grupo, lo que les estaba resultando bastante difícil.
Maldita reunión. ¿Por qué, de entre todas las noches, el Concejo había decidido celebrarla casualmente durante esa?
«Jodida casualidad», maldijo mentalmente su suerte.
A Ian Neyman se le habían hecho insoportable las horas que duró la sesión desde el mismo instante en el que Rush le informó del inesperado viaje de sus otros dos compañeros a Thìrgaen[1], o como ellos lo llamaban familiarmente, el Otro Lado.
Abandonaron la sala inmediatamente en cuanto terminaron de discutir los últimos informes que les había llegado desde los diferentes puntos de las distintas comarcas en las que se dividía el Reino. Informes mensuales sobre los movimientos de los Dorphan[2] y las nuevas fronteras que se instauraron con Drathian[3] después de la Gran Guerra. Todos los jefes de clanes y manadas se reunían cada mes para poner al corriente al Concejo, formado por los miembros de más edad que antaño gobernaron Amarantha[4]. Antes de la guerra, dicho Concejo estaba formado por los antiguos dirigentes de los tres reinos, pero los concejeros de Drathian fueron expulsados tras apoyar con subterfugios la invasión, acusados de traición al Reino.
El pequeño grupo de tres recorrió a paso rápido el patio interior hacia los establos de la casa de Dankoy, el Parvak[5] de Krathmon. Neyman se ciñó el abrigo al cuerpo y se colgó a la espalda su espada, que todavía llevaba distraído en una mano. No detuvo el paso mientras exigía saber los detalles de esa inesperada salida.
Los dos guerreros que le seguían eran dignos de su total confianza, de lealtad inquebrantable, fieles compañeros, íntegros en sus ideas, pero sobre todo, eran sus amigos. Estaba seguro que cualquiera de los cuatro daría la vida por él sin dudarlo ni un solo segundo, lo que los convertía en los mejores hombres que un macho de su cargo podía tener a su lado. Tenían entre ellos una conexión especial forjada desde la infancia, cuando comenzaron a ser entrenados para cumplir con el futuro honor de formar parte de su séquito personal. Neyman también había sido educado y entrenado para lo que se esperaba de él cuando llegara el momento de convertirse en el nuevo Kazda'm[6] de Nyphian[7]. Momento que inevitablemente llegó tras la muerte de su padre.
A unos metros del pequeño grupo que encabezaba la marcha, el resto de la escolta seguía intentando mantener el ritmo de su señor, y les estaba resultando realmente complicado cada vez que Neyman azuzaba su caballo, animándolo a cabalgar más y más rápido.
Ian poseía ese frisón negro desde hacía años y sabía perfectamente hasta dónde era capaz de llegar Troian. Él mismo lo había domado y entrenado en el noble arte de la lucha. Ambos solían disfrutar juntos de largas e intensas cabalgadas tanto a primera hora de la mañana como por la noche. Ese animal tenía demasiado brío y nervio para permanecer durante demasiadas horas inactivo en el establo; se ponía excesivamente nervioso a pesar de ser una de las razas de equinos más tranquilas que tenía en sus establos. Su nerviosismo, potenciado indudablemente por la mezcla de sangre caliente que corría por sus venas, lo convertía en un combinado explosivo, casi salvaje, cuando era necesario. Algo que él adoraba en el animal; su respuesta inmediata.
Durgam instó a su montura a acelerar el paso hasta colocarse a la altura de Neyman, que, a pesar de todo, encabezaba la marcha a unos metros de distancia. Una sensación demasiado conocida y habitual durante años había recorrido su cuerpo y el de su compañero, avisados ambos del esperado regreso.
—D'am —lo llamó, usando la abreviación de su título. Neyman giró la cabeza por encima de su hombro, pero sin frenar su marcha—. Han vuelto, Ian.
Neyman asintió en silencio y fijó la vista al frente, aferró con fuerza las riendas hasta que el cuero crujió bajo la presión de sus dedos. Él no compartía con los cuatro guerreros esa conexión especial de la que ellos disfrutaban, sólo como forma de protección. Si alguno de ellos caía en manos enemigas, no podrían llegar hasta él usándolo para localizarlo y atraparlo.
Desde hacía días, Neyman no dejaba de recordarse que pronto se cumpliría el treinta aniversario de la desaparición de Naylhin. Y justo esa noche, cuando se cumplía la fecha, Kalem y Aakil viajaban a Thìrgaen; ese único mundo cuyo portal todavía podían traspasar tras la Guerra. El único que no había sido cerrado porque quienes debían, desconocían la existencia de portales, poderes, magia… y todo lo relacionado con lo que ellos convivían desde siempre, desde el comienzo de sus días. O simplemente, no sabían cómo hacerlo.
Ian era de los que no creían en casualidades, y mucho menos en esa que se había dado esa misma noche. Su padre le había inculcado sabiamente la creencia de que no todo estaba en manos del destino. Y en ocasiones, tampoco los acontecimientos ocurrían por arte del libre albedrío. Ciertos interesados se ocupaban de mover los hilos adecuados para que estos se sucedieran como ellos habían planeado con premeditada antelación.
Si ese viaje tenía como motivo el que esperaba, podría tener respuestas a muchas de las preguntas que lo habían atormentado a lo largo de los años, rondando su mente implacablemente como un halcón ronda a su próxima presa, sin permitirle sosiego ni respiro en todo ese tiempo.
¿Por qué se fue así, sin despedirse siquiera? ¿Por qué no esperó para realizar el viaje tal y como habían acordado? ¿Por qué no le había permitido encontrarla? Y la más dolorosa, ¿por qué le había abandonado? Demasiadas preguntas, y todas y cada una de ellas comenzaban con un «por qué» sin repuesta durante demasiados años.
Como despedida, Naylhin tan solo le había dejado una carta junto a su anillo; un hermoso aro con un rubí digno de su cargo, y su arma; una pequeña daga labrada desde la empuñadura hasta la hoja que él le había regalado como protección y que ella siempre llevaba consigo. ¿Había dejado de amarlo a pesar de lo que decía en la carta? Aún conservaba las tres cosas, recordándose su permanente fracaso año tras año.
Hacía mucho que había dejado de viajar a Thìrgaen para buscarla. Volver cada noche con las manos vacías le abría una grieta más profunda a su ya herido corazón y lo arrastraba cada vez más cerca del abismo por el que estaba cayendo irremediablemente. Debía detener esa caída. Su pueblo necesitaba a su Kazda'm, y él se debía a ellos. A pesar de todo, debía seguir protegiéndolos y asegurando su bienestar y prosperidad. Los únicos que habían seguido buscándola bajo su mandato habían sido sus cuatro guerreros, sus amigos, sus hermanos. En ellos había depositado todas sus esperanzas, y no dudaba que harían cualquier cosa para encontrarla. Ellos sabían lo que Naylhin significaba para él. Ella lo era todo, era su mundo, y con su marcha había cambiado toda su existencia. Lo había cambiado a él. Había dejado de ser el macho entusiasta y lleno de vida, arrogante e impetuoso amparado en su juventud, para convertirse en un tipo frío, serio y casi amargado, que prácticamente había dejado de sonreír de la misma forma que la vida había dejado de sonreírle a él.
La ira, finalmente, se había abierto paso a través del dolor, y era lo único que ahora llenaba su corazón. Quería tenerla ante él y gritarle de mil formas diferentes cómo había conseguido joderle de esa forma la vida. Pero en su interior sabía que en cuanto la viera, todo el dolor pasado quedaría atrás y sólo volvería a verla a ella, solo recordaría el amor que se tenían y que había sido la base de su unión. Naylhin era la única hembra que volvería a llenar de felicidad su vida. La estrecharía tan fuerte entre sus brazos que jamás se le ocurriría volver a marcharse y sumirlo con ello otra vez en la oscuridad que durante años lo había envuelto.
No había querido, ni sentido la necesidad, de tomar otra compañera. Una que se sentara junto a él como su consorte y se convirtiera en la nueva Shana'n[8]. Una que llenara sus días y sus noches. Su cama y su corazón. Siempre había mantenido la esperanza de que Naylhin volviera a él. Sabía que estaba viva, tenía que estarlo. El Lakills[9] no había vuelto a reaparecer, y el Lankills[10] había dejado de brillar desde aquella misma noche, permaneciendo apagado todos esos años como un oscuro pozo sin fondo.
Las únicas hembras que había buscado en alguna ocasión, habían tenido la mera finalidad de aliviar su tensión sexual. Desconocidas de las que ni sabía su nombre ni le importaba, y a las que inmediatamente había olvidado sin ningún reparo. Muchas de ellas buscadas después de haber bebido hasta casi olvidar su nombre o quién era. Buscadas sólo para ahogar y silenciar durante un rato las voces que acosaban su mente y alimentaban sus desgarradores sentimientos. Su naturaleza Zynthar[11] le aseguraba una larga vida, y sólo quería vivirla con su único amor.
Cruzaron sobre el puente de piedra que separaba las dos comarcas y abandonaron el camino de tierra. Los cascos de los caballos golpearon el suelo rompiendo el silencio de la noche. Dejaron atrás Krathmon y se adentraron en el espeso bosque que conducía hacia Dòrwan. Un trueno sonó a lo lejos, anunciando tormenta. Neyman alzó la mirada al cielo completamente cubierto y espoleó de nuevo su caballo. Cuando llegaran a Dromorghan, su hogar, confiaba ver cumplido el único sueño que lo había mantenido vivo durante esos tristes y dolorosos años en los que sólo había vivido de recuerdos de un tiempo mejor.
A |
penas tocó tierra, Nelhian comenzó a respirar de nuevo. Inspiraciones largas y profundas inhalando con urgencia el aire que le había negado a sus pulmones. La cabeza le daba vueltas, y sentía el estomago revuelto, otra vez...
«¡Mierda!»
Y el causante de su renovado malestar la tenía descaradamente abrazada por la cintura. Había que ser caradura, primero le daba un susto de muerte y después la abrazaba como si fueran una de esas parejitas súper-enamoradas que acababan de salir del cine tras una cutre película romanticona. Pero en su caso, acababa de bajar de la jodida montaña rusa.
«¡Maldito capullo!»
La masculina fragancia que emanaba su cuerpo la alcanzó inesperadamente, cortando toda la sarta de adjetivos mentales que se disponía a regalarle. Algo en su interior, que había permanecido demasiado tiempo de vacaciones en el Polo Norte, volvió a palpitar, deslizándose por su cuerpo como fuego líquido derritiendo el sempiterno hielo adherido a sus dormitados sentidos, sondeando deliciosamente cada una de sus terminaciones nerviosas y activándolas de nuevo con renovado placer. El calor comenzó a concentrarse entre sus muslos y en la parte inmediatamente superior.
«¡Joder, Nelhi, contrólate, vas a conseguir que se dé cuenta que estás desesperada por un jodido revolcón!»
Para ser justos, debía reconocer que el joven capullo era realmente atractivo, de lo mejorcito que había tenido alguna vez ante sus retinas. Si el deslumbrante atractivo del segurata de su empresa conseguía que le hiciera la declaración de la renta, ese hombre que la asía por la cintura conseguiría hacerle cometer cualquier delito únicamente porque posara sus ojos sobre ella y le dedicara una sonrisa, y si se le permitía pedir, añadiría también alguna caricia de esas que te hacen poner los ojos en blanco.
¡Sí, era débil! ¿Y qué? Era una reacción a su falta de sexo, solía decirse para infundirse ánimo.
De altura imponente y hombros anchos, llevaba el oscuro cabello demasiado corto para su gusto, pero no le restaba ni un ápice de atractivo. Tenía un hermoso rostro de rasgos cincelados y gruesos labios, pero lo que más llamaba la atención eran sus hipnotizantes ojos verdes. Nelhian alzó la mano para acariciar su mejilla cubierta por una fina barba, pero la detuvo antes de llegar siquiera a rozarla.
¿Qué estaba haciendo? ¿Comenzaba a sentir los primeros síntomas del Síndrome de Estocolmo? ¿Tan pronto? Vaya mierda de secuestrada estaba hecha. En vez de gritar y patalear, ahí estaba, casi rogando interiormente por un polvo.
Sacudió la cabeza, intentando despejar su mente, aturdida durante esos escasos y atrevidos segundos en los que ciento de imágenes eróticas inundaron su mente. Un leve rubor cubrió sus mejillas y apartó la mirada de él, deteniendo su atrevido escrutinio.
—¡Suéltame de una vez y deja ya de sobarme! —le gritó, molesta por ese momento de confusión provocado involuntariamente por él, y volviendo al instante a ser la de siempre.
Lo empujó con fuerza para soltarse de su abrazo, perdiendo el equilibrio cuando sus tacones se clavaron sobre la tierra húmeda. Cayó hacia atrás y el joven, pillado por sorpresa, no pudo hacer nada por evitar que cayera dentro de la pequeña piscina natural que formaba la cascada que sonaba a su espalda.
—¡Joder! —exclamó Nelhian cuando salió a la superficie, tosiendo y escupiendo. El agua no le llegaba más allá de la cintura.
—Lo siento, Shana'n —se disculpó el Zynthar, haciendo todo lo posible por no reír ante la situación.
—Deja de llamarme así y ayúdame a salir de aquí —le gritó de nuevo, cabreada, y extendiendo una mano hacia el chico. Estaba haciendo del «gritar» todo un nuevo arte, poniendo a funcionar sus cuerdas vocales al cien por cien como nunca antes lo había hecho—. Y te aviso, procura no mirarme el escote, no seas grosero —añadió, señalándolo con un dedo.
Aakil extendió la mano para estrechar la de la joven y la sacó del estanque de un solo tirón, ayudándola después a estabilizarse sobre la tierra mojada. Un destello detrás de ellos los avisó de la llegada de Kalem.
—¿Qué ha pasado? —preguntó el recién llegado con la sorpresa dibujada en el rostro. Lo que menos esperaba era encontrarla chorreando agua. ¡Si acababan de atravesar el portal sólo unos segundos antes que él!
—Tu amigo, en un alarde de sutileza, me ha sugerido un baño —contestó Nelhian mientras le lanzaba una ácida mirada a Aakil—. Ha debido pensar que, después de tanto ir y venir, mi fragancia corporal no entra dentro de sus cánones de belleza —continuó, preocupándose por utilizar en su tono altas dosis de ironía.
¡Había que fastidiarse! Para una vez que tenía a dos tíos como esos para ella sola, se encontraba de esa guisa. Impresentable resumía a la perfección el aspecto que suponía tener sin necesidad de mirarse en un espejo.
—¿Dónde demonios estamos? —preguntó, desviando el tema de su persona mientras miraba a su alrededor y se abrochaba la chaqueta corta de su traje. La impecable camisa blanca que se había puesto por la mañana se transparentaba ahora que estaba mojada, dejando expuestas sus dos «poderosas» razones.
—En Amarantha —reveló Kalem, dirigiéndole una mirada interrogativa a su compañero, el cual se encogió de hombros indicándole que no había tenido nada que ver en el pequeño accidente que había dado con el trasero de ella en el agua.
—¿Y eso está? —Nelhian intentó sacudirse un poco la ropa para eliminar parte del agua que la empapaba. Misión imposible, estaba calada hasta los huesos.
—Es difícil de explicar —continuó Aakil.
—Pero alguno de los dos podría intentarlo, ¿no? No recuerdo haberlo oído nunca, tampoco era muy buena en geografía —aclaró distraída mientras intentaba escurrirse el cabello sin mucho éxito.
Tras la inesperada pelea en el parking, su obligada caída por el acantilado y su inapropiado chapuzón, el pelo le caía suelto por la espalda hasta casi rozarle la cintura. Intentó recogérselo con ambas manos, pero dado lo inútil del gesto, desechó la idea y lo soltó. Era ridículo continuar con algo imposible de conseguir; había perdido todas las horquillas con las que se lo había recogido en un riguroso y poco atractivo moño para la reunión con los directivos. Optó por peinarlo con los dedos y darle alguna forma. Su aspecto, impecable esa lejana mañana, debía ser tremendamente horroroso en ese momento.
«Nelhi, cielo, baja y posa tus lindos pies sobre la tierra. ¿A quién crees que vas a engañar intentando parecer atractiva? Jamás vas a ligarte a dos tíos como estos. —Y ahí habló su condenada voz de la razón—. Gracias, Pepito Grillo, por destrozar mis vanas esperanzas», se burló con sarcasmo.
En cuanto dejó de trabajarse el cabello, éste se le adhirió a su rostro, chorreando gotas de agua a lo largo de su perfil.
«Debo estar monísima —pensó—. Dios, ¿por qué me haces esto?»
Pero qué más daba. A fin de cuentas, eso era sólo un sueño, ¿no? Cuando despertara, quedaría en su memoria como el mal recuerdo de una mala noche. ¿Sería producto de haber cenado demasiado? Si ya lo avisaban los médicos…
Pero debería estar contenta y dar saltitos de alegría por haberse descubierto una nueva facultad; la recreación perfecta de tíos buenorros. ¡Hasta el más mínimo detalle, oye! Sólo le quedaba encauzar bien la trama de sus futuros sueños y dirigirlos hacía historias más placenteras, de esas que después requieren de una ducha fría. ¿Quién necesitaba a un tío de verdad teniendo a los de sus sueños? Pues ella, evidentemente, para evitar después lo de la maldita ducha.
—No estamos en tu mundo, al menos lo que conoces como tal —aclaró finalmente Kalem, sacándola de sus «profundas reflexiones»—. ¿Podemos continuar? —añadió, pareciendo exasperado por el contratiempo.
—Eh, eh, eh… ¿Qué es eso de que no estamos en «mi mundo»? —preguntó Nelhian, enfatizando las dos últimas palabras, pero Kalem ya había comenzado a caminar a grandes zancadas ignorando su pregunta.
Genial, la trama se complicaba cada vez más tomando los derroteros que le daba la gana. Definitivamente, su imaginación tenía vida propia, y por algún extraño motivo, se empeñaba en fastidiarla. ¿Por qué cojones no podía soñar que estaba en una cama enooooorme con esos dos machomens? Demonios, si no podía moldear su propio sueño a su gusto, le seguiría la corriente.
—Cuando lleguemos a Dromorghan podrá explicártelo Neyman —le contestó Aakil, y con un gesto amable de su mano, le indicó que comenzara a andar.
Nelhian meditó sus palabras durante unos segundos en los que permaneció en silencio para después comenzar a caminar siguiendo la estela de Kalem, pero la curiosidad le creaba tal ansiedad que no pudo evitar volver a preguntar.
—¿Quién es Neyman?
—Nuestro «jefe» —explicó Aakil a su lado.
—¿El que os ha pagado para que me secuestréis? —Aakil asintió con una sonrisa, divertido por la definición que ella acababa de dar de Ian—. Que sepa que le va a tocar correr con los gastos de la lavandería. —El Zynthar soltó una carcajada ante la ocurrencia, pero inmediatamente se calló, la joven parecía decirlo totalmente en serio—. Eh, que este traje me costó una pasta —alegó cabreada—. No será un viejo pervertido, ¿verdad? —preguntó suspicaz, entornando los ojos.
«Nelhi, cariño, es tu maldito sueño, ese que te odia, podrías intentar hacer que sea como quieres —se recordó—. Sí, claro, dado el cariz que está tomando, debería comenzar a rezar para que el tal Neyman no sea un psicópata asesino sediento de sangre. De MI sangre.»
—Neyman, ¿viejo? —Aakil rió, parecía estar pasándoselo en grande—. Será mejor que no te escuche llamarlo así —contestó riendo más alto aún—. Ian pude ser lo que quieras, pero viejo no es lo que mejor le define. —Kalem le miró por encima de su hombro y le advirtió con la mirada, silenciando la risa del joven que pugnaba de nuevo por abandonar sus labios—. Vamos, démonos prisa, todavía no estamos a salvo —continuó, colocó suavemente una mano en la espalda de ella y la instó a caminar más rápido—. Toma, tu bolso.
—Genial, mi bolso, algo imprescindible que una chica jamás puede olvidar en casa. ¿Tendré cobertura en el móvil? —ironizó mientras lo agarraba de manos del joven.
—Lo dudo —contestó él, sonriendo de nuevo.
¿Es que ese tío no dejaba nunca de sonreír? Eso sí, tenía una deslumbrante sonrisa que siempre alcanzaba sus ojos, iluminando esos dos hermosos y brillantes faros verdes. Una sonrisa peculiar, pero preciosa, que conseguía hacer que se tranquilizara a pesar de las extrañas circunstancias en las que se encontraba.
—Bueno, al menos no se mojó —bromeó Nelhian, colocándoselo al hombro—. Gracias.
¿Quieres seguir leyendo la continuación de este capítulo?
[1] Termino que usan los habitantes de Amarantha para referirse a la Tierra.
[2] En su mayoría hechiceros, codician el poder de la magia.
[3] Región de Amarantha que ocupa la zona más árida del suroeste del país.
[4] Reino mítico donde aún sobrevive la magia. Dividida en tres regiones, que a su vez se dividen en diversas comarcas.
[5] El que gobierna una comarca.
[6] Señor, el que gobierna una de las tres regiones en las que se divide Amarantha. (Nyphian).
[7] Región más grande de Amarantha que ocupa todo el noreste y sureste del reino.
[8] Señora, la consorte del Kazda'm.
[9] Llave que abre la entrada a los diferentes mundos mágicos sin necesidad de ser invitados a traspasarlos.
[10] Esfera mágica localizadora del Lakills.
[11] Raza de guerreros de características similares a los vampiros. El sol no los mata, pero sí pueden sufrir una pequeña deficiencia visual bajo el potente sol de Thìrgaen, por lo que prefieren la noche para sus salidas cada vez que viajan al Otro Lado.
La sangre no está incluida en su dieta diaria, pero es usada como medio para establecer ciertos vínculos, al igual que usan el sexo.
La magia forma parte de sus vidas desde siempre, siendo ésta concentrada en sus cuerpos y extraída del poder de la naturaleza. Se extienden por todo el reino de Nyphian.
[12] Señor, el que gobierna una de las tres regiones en las que se divide Amarantha. (Drathian).
31 Apasionad@s:
Dejo este capi subido para quienes no lo han leído aun, espero que lo disfrutéis.
Besotesssss
val....... este tb lo lei..... snif, snif.... pero no te reto proque lo vuelvo a leer, sipi... me gustaaaaaaa
Si lo hice por ti, jajaj, para que te refrescara la memoria, jijiji...
Besos wapiiii
Pd.: Tenia que subirlo para preparar el enlace al menú de los capis, ejejej
Estafadora!!! Nos das capitulos que ya tenías publicados... MALA!!!!
Jajajaja... Bromita, Val. Ya sabes lo que opino de "Bajo la luna equivoca", soy tu fan nº1, así que, continúa publicando a ver si llega pronto el cap. 4.
Besotes!
Jajaja, sip, lo he subido para lo de los enlaces de los capis, jijiji, para poder añadirlo al menu, jejeje, y para quienes no hayan encontrado las descargas, jajaja.
Ya tengo casi listo el capi 1, me falta corregirlo, pero por hoy me voy a dormir, que son mas de las 3, pa variar, y las 7 están muy cerquita, jajaja.
Besosssss
Estoy con Kari y Kramer!!!!!!!
Este no es el capítulo que nos dijiste ayer que ibas a subir!!!!!!!!!!
jajajajajaja demandemos a val por incumplimiento de palabraaaaaaaaaaa
(savy respira hondouna y otra vez)
Ya falta menos, ya falta menos, ya falta menos...
PD y después van al blog de uno a quejarse... xD jajaja
Besotes, Val ;) TQM!!
Mentiraaaaaaaaaaaa, savyyy, yo no voy a tu blog a quejarmeeeeeeeeeee (emo pataleando)
Que desconsideradas sois, lo hago por vosotras, para refrescaros la memoria, y así me lo agradeceis... Malassssssssss, jijiji
yo me quejo aki mismito en el lugar de los hechos!!!!! Val!!!! ya pues!!!!
No me entretengasssssssssss... jijiji
Uffff, vaya situaciones. Mira que lo he leido veces, y sigue pasando lo mismo, jajajaja.
Me gustó el capi, aunque ya lo hubiera leido con anterioridad.
Besotes wapa. Tú a tu ritmo. :)
Gracias, wapiiiiii.
Besotessssss
jaj por qué se meten tanto contigo, por eso de que ya los habías publicado? dónde? bueno, no sé, yo no los había leído y esta historia está genial, muy bien escrita además, cari... enhorabuena, a ver si me engancho a la historia y ya te sigo en los capítulos nuevos.
de momento me armo un pequeño lío con tus blogs, un enlace me trae a este, pero veo en tu perfil que donde pone MI PAGINA WEB me lleva a otro.... jajaj tengo que seguir investigando y leyendo.
Bezos
Jajaja, sip, lo de mi pagina web es que tengo un foro de romántica paranormal, y cuando me abrí la cuenta aun no tenia blog, jaja, por eso el enlace lleva a esa otra web, aun no lo he cambiado, upsss.
Lo de quejarse, es que algunos capis de esta historia están subidos en el wix de la historia, hasta ahora que los estoy subiendo al blog, desde el menú de arriba, en DESCARGAS, te lleva a la entrada de los capis puestos a descargar, por eso algun@s ya los han leído.
También se quejan porque quieren que acabe el capi 1 de la otra historia que estoy escribiendo y que espero poder subir esta noche, jejeje
Gracias, Thiago, espero que te guste, la disfrutes y que logre engancharte, jajaj, es un placer tenerte por aquí.
Besosssss
si claro no quejamos de nada cierto??? donde esta el capitulo!!!!!
Mismamente eso, kari, sus quejáis sin motivos, jijiji
Aakil (babababa) para cuando mas que esto me encanta y como me rio genial Val
Gracias wapiiii, me queda subir el tres, jajaja, espero que no me llames estafadora tambien, jajaj
Besossssss
el 4 es el que tienes que subir!!!!!!
Cuando lo escribaaaaaa, por ejemplo, jajajja
y mi capitulo?????
Todavía no lo empecé, ummmmm >.<
y que estas esperando?... te recuerdo que supuestamente segun las malas lenguas el mundo se acaba el 2012.... asi que vamos apurando la cosa, que necesito saber antes de eso en que acabara estooooooooooooo
Yo no pienso caer, seguro que me salvo en alguna de estas que inventan los americanos, jijii
Que venga Bruce Willis y me salveeeeee...
ya, pero esa eres tu, tipico que yo me quedo afuera para ver que diablos pasara y de una me muero... no, quiero mi capituloooooooooooooooooo
Iré a tu tumba a leértelo, ¿ves que wena soy? (Val haciendo ojitos)
ya y tu crees que te prestare atencion??? nada estare en medio de la fiesta con tanto occiso que habra seguro hacemos al mnedia fiestuki!!! quiero el capi prontooooooo
Pos tu te lo pierdes por ignorarme, hasta te iba a llevar flores... Hummm
me super encanto me voy a leer el otro q no aguanto >.< besitosss !!!
Siiii, jijiji, que todavía tienes para leer, jajaja
Besotessssssss